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Las adenoides (o vegetaciones) y los cornetes son estructuras ubicadas en las vías respiratorias superiores y juegan un papel crucial en la respiración y la salud. Aunque a menudo pasan desapercibidas, su inflamación o crecimiento anormal puede afectar significativamente la calidad respiratoria.

En este artículo, el Dr. José Miguel Villacampa Aubá, jefe asociado del Departamento de Otorrinolaringología y Patología Cervicofacial de la Fundación Jiménez Díaz y médico adjunto en el Hospital Universitario Infanta Elena de Valdemoro, explica cómo afectan a la respiración las vegetaciones y los cornetes.

Los adenoides son tejidos linfáticos situados en la parte posterior de la nariz, por encima y detrás del paladar. Ayudan a filtrar los gérmenes y producen anticuerpos para combatir infecciones. Sin embargo, pueden inflamarse o aumentar en exceso de tamaño, especialmente en niños, a manudo debido a infecciones repetidas o crónicas. Este crecimiento excesivo se conoce comúnmente como "vegetaciones".

Los cornetes son estructuras óseas recubiertas de tejido blando, situadas a lo largo de las paredes laterales de la cavidad nasal. Su función es calentar, humidificar y filtrar el aire que respiramos. Sin embargo, pueden inflamarse debido a alergias, infecciones o irritantes ambientales.

Impacto en la calidad respiratoria

Entre las causas más frecuentes de inflamación o crecimiento de adenoides y cornetes se incluyen infecciones virales o bacterianas, alergias y factores ambientales como el humo del tabaco. Las infecciones crónicas pueden llevar a un crecimiento excesivo de adenoides, mientras que las alergias suelen ser la principal causa de la inflamación de los cornetes.

En cuanto a los síntomas comunes destacan dificultad para respirar por la nariz, ronquidos, apnea del sueño, voz nasal, congestión nasal crónica, infecciones recurrentes del oído, y dolores de garganta frecuentes. En niños, se puede observar respiración oral, mal aliento, y alteraciones en el sueño.

La inflamación/crecimiento de estas estructuras puede obstruir parcialmente las vías respiratorias superiores, dificultando la respiración normal y suponiendo un impacto en la calidad respiratoria del paciente.

¿Cómo se trata?

El tratamiento varía según la severidad y la causa subyacente. El primer escalón terapéutico se basa en los lavados nasales con preparados de agua de mar. Más adelante se puede pasar al uso de medicamentos como antihistamínicos o corticosteroides nasales (los habitualmente más utilizados). Los descongestionantes nasales, si es necesario utilizarlos, no deben nunca usarse más de 5-7 dias. En casos de infecciones bacterianas, se pueden recetar antibióticos. En caso de síntomas persistentes se puede considerar la cirugía, como la adenoidectomía (extirpación de las adenoides) o la Turbinoplastia (reducción de cornetes).

Los especialistas involucrados en el diagnóstico y tratamiento de estas condiciones son los otorrinolaringólogos (especialistas en oído, nariz y garganta). En niños, los pediatras también juegan un papel importante en la detección y manejo inicial de estos problemas.

La normalidad de las adenoides y cornetes es fundamental para una respiración eficiente y confortable. La detección temprana y el tratamiento adecuado son clave para prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida, especialmente en los más jóvenes, quienes son más susceptibles a estas condiciones.

Vegetaciones en niños: ¿cuándo operar?

La decisión de operar las vegetaciones o adenoides (adenoidectomía) en niños depende de varios factores y debe ser, como hemos mencionado anteriormente, tomada por un médico especialista. La cirugía para remover las vegetaciones, llamada adenoidectomía, generalmente se considera en los siguientes casos:

  • Obstrucción nasal severa: Cuando las vegetaciones agrandadas dificultan significativamente la respiración por la nariz, lo que puede afectar el sueño (causando ronquidos o incluso algún grado de apnea del sueño) o resultar en respiración constante por la boca.
  • Infecciones crónicas o persistentes de las adenoides: A pesar del tratamiento con antibióticos.
  • Otras Infecciones recurrentes: Si el niño sufre de infecciones frecuentes de oído o sinusitis, y el tratamiento médico no ha sido eficaz.
  • Otros problemas relacionados: Como problemas de audición o retrasos en el habla que pueden estar asociados a vegetaciones agrandadas.

Antes de considerar la cirugía, el médico normalmente intentará tratamientos menos invasivos, como medicamentos para reducir la inflamación y tratar las infecciones. La edad del niño también puede ser un factor, ya que las vegetaciones naturalmente tienden a encogerse a medida que los niños crecen (aproximadamente, sobre los 6-7 años de edad).

La adenoidectomía es, generalmente, un procedimiento seguro y eficaz, pero, como con cualquier cirugía, hay riesgos que deben ser considerados y discutidos con el médico. No obstante, es importante consultar con el otorrinolaringólogo y/o pediatra para una evaluación completa y una recomendación basada en las necesidades específicas del niño.