
Prof. Juan Antonio García Velasco, director científico IVI RMA Global y director de IVI Madrid
El Profesor Juan Antonio García Velasco es una de las figuras más destacadas en el campo de la medicina reproductiva de nuestro país y con renombre internacional. Director científico de IVI RMA Global y director de IVI Madrid, instituciones líderes en la investigación y tratamiento de la infertilidad, cuenta con amplia trayectoria académica y clínica. Su trabajo ha sido fundamental en el avance de técnicas y tratamientos que han ayudado a miles de parejas a cumplir su sueño de formar una familia.
Su dedicación y aportes a la ciencia lo han consolidado como uno de los referentes mundiales en su especialidad y hoy, día mundial de la Fertilidad, este especialista nos habla en MejoresDoctors., precisamente, de cómo lograr que esas parejas cumplan su sueño de ser padres.
Doctor, ¿podría contarnos un poco sobre su trayectoria profesional y cómo llegó a especializarse en reproducción?
La ginecología en general me suscitaba mucho interés, haciendo el MIR, fue la especialidad que desarrollé en La Paz. Allí se hacía de todo, obstetricia, ginecología, pero muy poca reproducción. Estamos hablando del año 95, cuando acabé la especialidad, la reproducción estaba empezando.
Y al acabar la especialidad, surgió la posibilidad de ir a IVI, que era una clínica privada muy pequeñita que estaba en Valencia. Y la verdad que fuimos tan solo una semana y vi una forma absolutamente distinta de entender la Medicina, de trabajar con el paciente, súper cercana y eficiente.
Me ofrecieron la posibilidad de irme a Estados Unidos, y fui un par de años a la universidad de Yale a hacer la subespecialidad, y allí descubrí realmente lo que podía aportar esa parte de la Medicina, que estaba, como digo, empezando, a mediados de los 90.
Lo bueno que ha tenido toda esa etapa desde entonces es que ha sido realmente el boom de la reproducción asistida, el desarrollo tecnológico y, por tanto, el incremento en la demanda de los pacientes, que ha ido unido a una decisión de postergar la maternidad, a tener los hijos más tarde, lo cual ha hecho que aumenten los inconvenientes. Al final todo se va uniendo, como piezas de puzle, donde aprendes una parte de la Medicina que en la residencia prácticamente no se veía.
Vas a un sitio muy bueno a nivel mundial donde te permites formarte excepcionalmente y aprender técnicas de investigación, y en la parte académica, publicas en los mejores lugares. Posteriormente, eso te permite ofrecer a los pacientes una parte de la Medicina y unos resultados que son tremendamente satisfactorios.
Van de la mano el desarrollo tecnológico con una nueva parte de la Medicina y es así el crecimiento en los últimos 20 o 25 años. Creo que en ese sentido he sido un privilegiado, porque he visto casi nacer la reproducción asistida en España, y en el mundo, y he vivido en primera persona el desarrollo de estos últimos años.
¿Cuáles considera que son las innovaciones más significativas en su campo en los últimos años y cómo han impactado en la práctica médica?
Considero que uno de los grandísimos cambios que ha habido es la vitrificación, la congelación, donde IVI ha sido pionero a nivel mundial. Todavía recuerdo cuando mandamos a un equipo de gente a Japón con Kuwayama, y trajimos a Madrid un equipo que se había formado en Japón, para comprobar si la vitrificación realmente funcionaba y eso supuso un cambio enorme porque nos permitió desarrollar un montón de cosas que antes no podíamos hacer.
La vitrificación ha permitido congelar ovocitos y recuperar prácticamente el cien por cien, que no era posible técnicamente hasta entonces. De hecho, no era ni legal, y por eso cambió la ley cuando cambió la técnica. Esto nos permitió y permite congelar ovocitos en pacientes que van a recibir quimioterapia. Por ejemplo, ha permitido toda el área de la preservación social, que es un cambio social enorme. Nos permite congelar embriones en estadio de blastocisto y que sobrevivan y luego tengan la misma tasa de embarazo que en fresco. Nos permite evitar la hiperestimulación y reducir, así, las complicaciones, mejorar el diagnóstico de los embriones, pudiendo hacer biopsias, porque la congelación nos permite hacer ese estudio.
Ha cambiado completamente la forma de trabajar, haciendo cosas que antes no podíamos y, por supuesto, de un modo mucho más seguro, sin riesgo para el paciente. Por otro lado, hemos visto innovaciones que han cambiado y que siguen haciéndolo, la forma de trabajar y que nos permiten entender cada vez mejor el embrión. Es decir, hoy sabemos que el 90 o el 95% del fracaso reproductivo tiene que ver con el embrión y no tanto con la madre, el útero o con el espermatozoide. Y saber que de forma natural va a haber una selección y elegir cuál es el que pensamos que tiene más posibilidades de implantar de inicio, nos ha ayudado a hacer este cultivo prolongado a blastocisto.
La biopsia embrionaria lo o que hace es deseleccionar embriones que no van a implantar y que no va a dar lugar a un embarazo evolutivo. Eso reduce el tiempo de espera para el embarazo, los ciclos fallidos, y todo eso parte del conocimiento del embrión. Cuanto más lo conozcamos, más mejorará nuestra eficacia en los tratamientos.
Podría explicarnos ¿qué es la preservación de la fertilidad y por qué es tan importante en la medicina reproductiva?
La preservación de la fertilidad consiste básicamente en preservar gametos. O congelamos ovocitos, espermatozoides o tejido ovárico. Aunque básicamente, cuando hablamos de preservación de la fertilidad se habla sobre todo de congelar ovocitos, porque es lo más valioso.
Considero que esto es un cambio social que va de la mano de postergar la maternidad. Si le preguntas a un ginecólogo, lo ideal es que una mujer tenga hijos a los 25 años. Pero hoy en día hay muy pocas mujeres que a los 22, 25 o 28 años quieran ser madres, se lo planteen o puedan. Cada vez más, se retrasa a la tercera década e incluso a la cuarta. Y hay una cosa que no cambia, que es la biología.
Los varones no sufren ese deterioro en el envejecimiento. Pueden ser padres a los 30, a los 40, a los 50 o a los 60 años. Pero a las mujeres, sabemos que sus ovocitos a partir de los 35 años empiezan a perder calidad y a partir de los 38 esa calidad cae en picado. A partir de los 42, 43 es muy complicado, salvo casos excepcionales. Por lo tanto, el poder, entre comillas, detener ese reloj biológico es congelar óvulos cuando eres joven, lo que te va a dar, básicamente, autonomía reproductiva, que es como lo llamamos los médicos. Es decir, la autonomía reproductiva es que una mujer tenga un hijo cuando quiera y no cuando le toca, porque, digamos, se le termina el tiempo.
Es muy habitual, a diario en la consulta, que muchas mujeres se lo plantean diciendo "no quiero un hijo con la pareja que tengo en ese momento porque no sé si es la ideal, pero como espere mucho, igual luego no puedo ser madre". Y esa presión que parece un poco superficial, es una realidad. Por lo que el poder congelar esos ovocitos, seguir con tu vida, decidir con quién quieres tener ese hijo y esa familia, quita la presión de si esa decisión llega tarde y tus ovocitos ya no están muy bien. Poder utilizar tus propios ovocitos para ser madre cuando tú decidas.
Eso le da a la mujer autonomía reproductiva y, por otro lado, permite reducir tremendamente el número de ciclos fallidos, porque hoy en día, todavía se hacen muchísimos ciclos de fecundación in vitro de mujeres de más de 40 años porque es cuando deciden ser madres.
El congelar ovocitos va a reducir el número de ciclos fallidos, que supone un desgaste económico y emocional tremendo para las mujeres, y además reduce la posibilidad de tener que usar ovocitos donados. La donación de ovocitos es una técnica que funciona francamente bien, pero la realidad es que no es una primera opción. Una mujer, si puede embarazarse con sus gametos lo va a preferir siempre a un gameto donado. Con el tiempo veremos que habrá menos ciclos fallidos a edades avanzadas, menos empleo o necesidad de donación de ovocitos, y más empleo de los propios ovocitos congelados, cuando eres más joven reproductivamente hablando.
Por lo tanto, si a los 40 o 42 años no consigues ser madre, en vez de recurrir a una donante, recurrirás a tus propios óvulos que congelaste cuando eras joven.
¿Cuáles son las principales razones por las que una persona debería considerar la preservación de su fertilidad?
Los motivos para preservar son bastante claros. Al margen de los temas médicos, como pueda ser una quimioterapia o una cirugía ovárica, por ejemplo, o una cirugía por endometriosis, que va a comprometer seriamente la reserva ovárica, el principal motivo es postponer la maternidad. Es decir, hay una edad en la que si una no ve a corto-medio plazo el proyecto reproductivo, a lo mejor es momento de decir, "mira, no tengo claro si voy a ser madre o, no tengo claro si lo voy a ser en estos próximos años y ya estoy en la tercera década de mi vida", ese momento es el más adecuado para plantearse la preservación.
Creo que preservar con 18 o 20 años no tiene ningún sentido, porque todavía hoy en día la inmensa mayoría de las mujeres se van a embarazar afortunadamente solas sin necesidad de tratamientos. Congelar a partir de los 38 años, es tarde, porque la calidad ovocitaria y la cantidad, se van a reducir severamente. Y hay como un punto dulce, que son los primeros cinco años de la treintena, donde es un momento muy bueno para tener hijos. Si uno lo tiene medio planificado, pues no tendría sentido que lo congelara, pero si ve que no va a ser madre en un año o dos, o no sabe si va a ser madre o no y tiene dudas -porque igual esa 'llamada' le surge unos años después…-, pues ante la duda ese es el momento ideal para congelar, porque ahí todavía los ovocitos son buenos y la respuesta ovárica también.
Cuando te explican un poco en qué consiste la preservación, que es un tratamiento que dura unos diez días y que no interfiere en tu vida convencional, solo el día de la punción. Es algo sencillo, ni complejo ni costoso, y lo que te quita un poco es esa presión de estar pensando todo el día "igual se me pasa el tiempo". Bien explicado, y bien entendido, solo puede aportar ventajas.