
Cada 14 de junio se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre, una fecha clave para agradecer a quienes donan y para concienciar sobre la importancia de este acto sencillo, seguro y vital. Donar sangre no solo salva vidas, también las mejora. Sin embargo, muchos países aún no alcanzan las reservas suficientes para cubrir todas las necesidades hospitalarias.
¿Por qué es tan importante donar sangre?
La sangre no se puede fabricar ni sustituir. Cada vez que se necesita -en una cirugía, un accidente, un parto complicado o un tratamiento oncológico- depende exclusivamente de personas voluntarias que donen. Cada minuto se necesitan transfusiones en hospitales de todo el mundo. En España, hacen falta más de 5.000 donaciones diarias y se estima que una de cada diez personas hospitalizadas necesitará sangre.
¿Quién puede donar?
La mayoría de personas sanas pueden donar sangre. Los requisitos básicos son:
- Tener entre 18 y 65 años (hasta 70 en algunos casos).
- Pesar más de 50 kg.
- Tener buena salud general.
- No haber donado en los últimos 2 o 3 meses (dependiendo del sexo).
La donación dura unos 10 minutos y el cuerpo recupera el volumen sanguíneo en pocas horas. Además, antes de donar se realiza un pequeño chequeo médico para garantizar que el proceso sea seguro tanto para el donante como para el receptor.
Existen varios tipos de donación de sangre:
- Donación de sangre total: la más habitual. Se extrae sangre completa (glóbulos rojos, plasma y plaquetas).
- Donación de plasma: permite donar más a menudo y se utiliza en quemados, pacientes con enfermedades hepáticas o trastornos de coagulación.
- Donación de plaquetas: muy útil para pacientes con cáncer, especialmente los que reciben quimioterapia.
Aunque se puede donar todo el año, en verano y Navidad suele bajar la participación. Por eso, campañas como la del 14 de junio ayudan a recordar que la necesidad es constante y no entiende de vacaciones.
La donación de sangre es un acto anónimo, voluntario, altruista y gratuito. No duele, no supone un riesgo y tiene un impacto directo, inmediato y real en personas que están luchando por vivir. Donar sangre no cuesta nada… y lo significa todo.