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La diabetes es una enfermedad crónica que afecta a un gran número de personas en todo el mundo, y España no es una excepción. Según uno de los últimos informes publicados por la FID, la Federación Internacional de Diabetes, en 2021 existían 537 millones de adultos en el mundo con esta enfermedad. En España, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y la Sociedad Española de Diabetes (SED), se estima que alrededor de 5,3 millones de personas padecen diabetes, lo que equivale a aproximadamente el 13,8 % de la población. Una cifra que seguirá creciendo si no se toman medidas efectivas de prevención y control y se aborda como una cuestión importante de salud pública.

¿Qué tipos de diabetes hay?

Existen dos tipos principales de diabetes: la diabetes tipo 1 y la diabetes tipo 2. La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune que generalmente se desarrolla en la infancia o la adolescencia y requiere tratamiento con insulina de por vida. En España, se estima que alrededor del 10 % de las personas con diabetes tienen diabetes tipo 1.

Por otro lado, la diabetes tipo 2, que es la forma más común. Generalmente se desarrolla en adultos y está estrechamente relacionada con factores de estilo de vida, como la dieta poco saludable, la falta de actividad física y la obesidad. Un subtipo que representa, aproximadamente, el 90 % de todos los casos de diabetes en España.

Gravedad de la diabetes, directamente asociada al estilo y hábitos de vida

La diabetes puede tener graves consecuencias para la salud si no se controla adecuadamente. Entre las complicaciones más comunes se incluyen enfermedades cardiovasculares, daño renal, problemas oculares, neuropatía y amputaciones. Además, continúa siendo una de las principales causas de muerte en España y en todo el mundo.

Algunos de los factores que pueden ayudar a mejorar la diabetes son:

  • Dieta saludable: implica controlar la ingesta de carbohidratos, especialmente los azúcares simples y los alimentos procesados. En su lugar, se deben incluir alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras y proteínas magras.
  • Control de porciones: esencial para evitar picos en los niveles de glucosa en sangre. El uso de platos más pequeños y prestar atención a las etiquetas de los alimentos puede ser de ayuda.
  • Conteo de carbohidratos: muchas personas encuentran útil llevar un registro de la cantidad de carbohidratos que consumen, ya que esto puede ayudarles a calcular la dosis de insulina o la medicación oral necesaria.
  • Actividad física: el ejercicio regular puede mejorar la sensibilidad a la insulina y ayudar a mantener los niveles de glucosa en sangre bajo control. Se recomienda al menos 150 minutos de actividad física moderada por semana.
  • Pérdida de peso: en muchos casos, puede mejorar significativamente la diabetes tipo 2. La reducción de grasa corporal mejora la sensibilidad a la insulina y facilita el control de la glucosa en sangre.
  • Monitoreo regular: controlar regularmente los niveles de glucosa en sangre y seguir el plan de tratamiento recomendado por el médico es esencial para garantizar un buen control de la diabetes.
  • Educación en diabetes: Aprender sobre la enfermedad, sus síntomas, tratamiento y cómo tomar decisiones saludables es fundamental y ayuda a las personas a empoderarse para manejar su condición de manera efectiva.
  • Apoyo social: Contar con el apoyo de familiares y amigos puede ser de gran ayuda. Además, unirse a grupos de apoyo de personas con diabetes puede proporcionar consejos prácticos y apoyo emocional.
  • Gestión del estrés: ya que puede afectar los niveles de glucosa en sangre. Practicar técnicas de relajación, como la meditación, el yoga o la respiración profunda, puede ayudar a mantener el estrés bajo control.
  • Cumplimiento del tratamiento: Es esencial seguir las recomendaciones médicas y tomar los medicamentos según lo prescrito. Saltarse dosis o no seguir el plan de tratamiento puede dificultar el control de la diabetes.
  • Consultas médicas regulares: Programar visitas regulares con el médico y otros profesionales de la salud permite evaluar el progreso y realizar ajustes en el tratamiento si es necesario.
Diagnóstico precoz y tratamiento temprano: esencial para el manejo de la diabetes

La diabetes es una enfermedad heterogénea y que el tratamiento y la gestión pueden variar según el tipo y la gravedad de la diabetes. Por lo tanto, es fundamental trabajar en estrecha colaboración con un equipo médico especializado para desarrollar un plan de tratamiento individualizado.

El diagnóstico temprano es esencial para evitar complicaciones graves. En este sentido, las campañas de concienciación y las pruebas de detección son herramientas importantes para identificar a las personas en riesgo y brindarles la atención adecuada.

El tratamiento de la diabetes implica el control de los niveles de glucosa en sangre, lo que generalmente se logra a través de la medicación, la insulina y la gestión de la dieta y el ejercicio. Un enfoque multidisciplinario que involucre a médicos, nutricionistas, educadores en diabetes y otros profesionales de la salud es esencial para garantizar un manejo efectivo de la enfermedad.