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El cáncer de mama metastásico es una forma avanzada de cáncer de mama que se ha diseminado más allá del tejido mamario original a otras partes del cuerpo. Ahondar en su definición y conocer sus síntomas, diagnóstico y tratamiento para tratarlo es esencial para conocer de cerca sobre esta enfermedad.

En España se detectan alrededor de 33.000 nuevos casos de cáncer de mama cada año, de los que entre un 5 y un 6% hacen metástasis. De hecho, 2 de cada 10 mujeres con cáncer de mama desarrollarán metástasis.

¿Qué quiere decir que el cáncer de mama ha hecho metástasis?

El cáncer de mama metastásico es también conocido como etapa IV del cáncer de mama, y ocurre cuando las células cancerosas de la mama se propagan a otras partes del cuerpo, como los huesos, el hígado, los pulmones o el cerebro. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de mama es el tipo de cáncer más común en mujeres en todo el mundo, y una proporción significativa de estos casos progresa a una etapa metastásica.

Aunque los síntomas del cáncer de mama metastásico pueden variar según la ubicación de las metástasis, los más comunes incluyen:

  • Dolor óseo: Común en casos donde el cáncer se ha diseminado a los huesos
  • Dificultades respiratorias: Si el cáncer se ha extendido a los pulmones
  • Cefaleas o mareos: Pueden ser síntomas si hay metástasis en el cerebro
  • Ictericia o problemas digestivos: Si el cáncer afecta al hígado

En líneas generales, el diagnóstico del cáncer de mama metastásico sigue al del cáncer de mama primario, para lo que los médicos pueden utilizar una variedad de pruebas de diagnóstico por imagen, como mamografías, ecografías, tomografías computarizadas (TC), resonancias magnéticas (RM) o PET; así como biopsias para confirmar la naturaleza y el tipo de las células cancerosas.

¿Cómo se trata el cáncer de mama metastásico?

El tratamiento para el cáncer de mama metastásico se enfoca, esencialmente, en controlar la enfermedad y mejorar la calidad de vida, ya que, aunque no es posible generalizar, el pronóstico suele ser grave. Las opciones actuales incluyen:

  • Terapia hormonal: Para cánceres sensibles a hormonas
  • Quimioterapia: Para reducir el crecimiento del cáncer
  • Terapia dirigida: Que se enfoca en características específicas de las células cancerosas
  • Inmunoterapia: Para ayudar al sistema inmunológico a combatir el cáncer
  • Radioterapia: Para aliviar el dolor y controlar las metástasis en lugares específicos

No obstante, los casos han de ser evaluados uno a uno por los especialistas oportunos, que normalmente implica a ginecólogos, oncólogos y radiólogos, entre otros.

Apoyo a las pacientes, esencial para mantener su bienestar emocional

Vivir con cáncer de mama metastásico puede ser emocional y físicamente muy desafiante, ya que difiere de otros tipos de cánceres primarios. En este sentido, los propios especialistas recomiendan encontrar apoyo en profesionales de otras disciplinas, así como buscar ayuda en asociaciones centradas en la patología, como es el caso de la Asociación Española de Cáncer de Mama Metastásico AECMM, entidad que nace de la iniciativa de un grupo de pacientes con esta enfermedad que buscan dar visibilidad, empoderar a las pacientes con información y fomentar que haya más y mejor investigación para conseguir, lo antes posible, la cronificación y la curación del cáncer de mama metastásico.

La terapia psicológica para manejar el impacto emocional o aprender a manejar el dolor para mejorar la calidad de vida es también esencial para las pacientes metastásicas, ya que se trata de una condición compleja que requiere de un enfoque multifacético para su abordaje.

Aunque es una enfermedad seria y desafiante, los avances en el tratamiento con fármacos recientemente incorporados a la cartera de servicios del SNS para algunos subtipos especialmente agresivos de cáncer de mama metastásico- y el soporte continúan mejorando la calidad de vida y la supervivencia de estas pacientes para las que la detección temprana y el tratamiento adecuado son clave para manejar esta enfermedad.