La osteoporosis es una enfermedad silenciosa que afecta a millones de personas en todo el mundo, especialmente a mujeres mayores de 50 años. Se caracteriza por la pérdida de densidad ósea, lo que hace que los huesos se vuelvan frágiles y propensos a fracturas. Afortunadamente, con hábitos adecuados y tratamiento oportuno, es posible prevenir su aparición y reducir sus efectos.
La palabra "osteoporosis" significa literalmente "hueso poroso". Esta condición ocurre cuando el cuerpo pierde demasiado tejido óseo, no produce suficiente o ambas cosas. Como resultado, los huesos se debilitan, especialmente en la cadera, columna vertebral y muñecas, que son los sitios más comunes de fractura.
Factores de riesgo
Algunos factores de riesgo no se pueden evitar, como:
- Edad avanzada
- Ser mujer (particularmente después de la menopausia)
- Antecedentes familiares
- Estructura corporal delgada
Sin embargo, otros factores sí se pueden controlar:
- Dieta baja en calcio y vitamina D
- Falta de actividad física
- Tabaquismo y consumo excesivo de alcohol
- Uso prolongado de ciertos medicamentos (como corticoides)
Fortalecer los huesos desde hoy, clave en la prevención
La prevención de la osteoporosis comienza desde la infancia, pero nunca es tarde para adoptar hábitos saludables. Aquí algunos consejos clave:
1. Alimentación rica en calcio y vitamina D
- Calcio: se encuentra en productos lácteos, vegetales de hoja verde, almendras, sardinas y alimentos fortificados.
- Vitamina D: se obtiene con la exposición solar moderada y a través de alimentos como pescados grasos, yema de huevo o suplementos si es necesario.
2. Ejercicio regular: el ejercicio fortalece los músculos y estimula la formación ósea. Se recomienda:
- Ejercicio con pesas (caminar, subir escaleras, entrenamiento de fuerza)
- Actividades que mejoran el equilibrio (como yoga o tai chi), importantes para prevenir caídas.
3. Evitar hábitos nocivos: no fumar, limitar el consumo de alcohol y mantener un peso corporal saludable
Diagnóstico y tratamiento
La densitometría ósea es la prueba más común para medir la densidad mineral ósea y detectar osteoporosis antes de que ocurra una fractura.
Si ya se ha diagnosticado la enfermedad, existen tratamientos que ayudan a detener la pérdida ósea o incluso aumentarla:
Tratamientos comunes:
- Bifosfonatos: medicamentos que previenen la pérdida ósea.
- Suplementos de calcio y vitamina D
- Terapias hormonales: en algunos casos, especialmente en mujeres postmenopáusicas.
- Medicamentos más nuevos: como denosumab o teriparatida, bajo prescripción médica.
Es fundamental seguir las indicaciones del médico y no suspender tratamientos sin consultar previamente.
La osteoporosis no se ve ni se siente hasta que ocurre una fractura, por eso se la llama "la epidemia silenciosa". Adoptar un estilo de vida saludable, hacer ejercicio con regularidad y mantener una dieta equilibrada son las mejores armas para prevenirla. Recuerda que cuidar tus huesos hoy es invertir en tu bienestar de mañana.