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Un neurocirujano es un médico especializado en el diagnóstico y tratamiento de trastornos del sistema nervioso, que incluyen el cerebro, la médula espinal y los nervios periféricos. Realizan una variedad de procedimientos quirúrgicos altamente especializados y complejos para abordar diversas condiciones neurológicas, siendo algunas de ellas:

  • Cirugía de tumores cerebrales: Esto implica la extirpación de tumores que pueden estar ubicados en áreas críticas del cerebro. La precisión y la preservación de la función cerebral son fundamentales en estas cirugías.
  • Cirugía de malformaciones arteriovenosas (MAV) y aneurismas cerebrales: Pueden reparar malformaciones arteriovenosas o aneurismas cerebrales para prevenir hemorragias potencialmente mortales o daño cerebral.
  • Cirugía de columna vertebral: Esto incluye la fusión espinal para tratar la escoliosis, la hernia de disco, la estenosis espinal y otras afecciones que afectan la columna vertebral.
  • Cirugía de epilepsia: En algunos casos, se puede realizar una cirugía para tratar la epilepsia resistente a medicamentos, que implica la eliminación de la parte del cerebro responsable de las convulsiones.
  • Cirugía de enfermedades vasculares cerebrales: Esto abarca la reparación de vasos sanguíneos en el cerebro que pueden estar obstruidos o dañados, como en casos de accidente cerebrovascular.
  • Cirugía de trauma cerebral: En situaciones de lesiones traumáticas graves en la cabeza, los neurocirujanos pueden llevar a cabo procedimientos para reducir la presión intracraneal y reparar daños.
  • Cirugía de enfermedades neurológicas funcionales: Algunas afecciones neurológicas, como la enfermedad de Parkinson o el trastorno obsesivo-compulsivo, se pueden tratar con cirugía de estimulación cerebral profunda (DBS) o ablación estereotáctica.
  • Cirugía de la base del cráneo: Implica abordar trastornos en la parte inferior del cráneo, como tumores, quistes o lesiones, y puede requerir enfoques quirúrgicos altamente especializados.
  • Cirugía de nervios periféricos: Los neurocirujanos pueden reparar nervios periféricos dañados o atrapados, como en el caso de atrapamiento del nervio cubital o el síndrome del túnel carpiano.

Lo que sí es común a todas es que cada procedimiento requiere un alto nivel de experiencia, precisión y conocimiento de la anatomía y la fisiología del sistema nervioso para lograr los mejores resultados y minimizar los riesgos para el paciente.

¿Qué diferencia hay entre la neurocirugía en adultos y en niños?

Mención aparte merece la neurocirugía pediátrica, que se enfoca en los trastornos neurológicos y del sistema nervioso en niños y adolescentes, presentando varios desafíos y diferencias significativas en comparación con la neurocirugía en adultos.

En los más pequeños hablamos de una anatomía en desarrollo, lo que significa que su anatomía y estructuras neurológicas cambian a medida que crecen, lo que, a su vez, requiere de una comprensión profunda de las diferencias anatómicas en comparación con los adultos y la necesidad de adaptar las técnicas quirúrgicas en consecuencia. Además, los síntomas y signos neurológicos en niños pueden ser diferentes de los de los adultos, lo que provoca que la evaluación y el diagnóstico sean más desafiantes y, a menudo, requiere una colaboración cercana con otros profesionales de la salud, como pediatras y neurólogos pediátricos.

Así mismo, las estructuras anatómicas en los niños son más pequeñas en comparación con los adultos, lo que precisa un alto grado de precisión y habilidad para trabajar en espacios reducidos y delicados. En cuanto al cerebro de un niño, está creciendo y desarrollándose durante las primeras etapas de vida, lo que significa que existe la posibilidad de que las intervenciones quirúrgicas tengan un impacto en el desarrollo neurológico futuro. Es por este motivo que los neurocirujanos pediátricos deben considerar cuidadosamente estos factores al planificar y realizar procedimientos.

En líneas generales, los neurocirujanos pediátricos tratan una variedad de trastornos neurológicos específicos de la infancia, como malformaciones congénitas del cerebro y la columna vertebral, tumores cerebrales pediátricos y trastornos del desarrollo neurológico. Todo ello representa una serie de desafíos únicos debido a las diferencias en la anatomía, desarrollo y comunicación con los pacientes en comparación con la neurocirugía en adultos, requiriendo de una atención especializada y una comprensión profunda de las necesidades y consideraciones específicas de los niños y sus familias.

Innovación al servicio de la Neurocirugía

Tanto si hablamos de la neurocirugía en la edad adulta como en la niñez, lo que está claro es que es especialidad médico-quirúrgica avanza a un ritmo vertiginoso gracias a las últimas innovaciones tecnológicas y prácticas médicas emergentes en este campo a nivel mundial, entre las que se incluyen:

  • Neurocirugía guiada por imágenes: Se han desarrollado sistemas de navegación por imágenes y técnicas de mapeo cerebral que permiten a los neurocirujanos realizar procedimientos con mayor precisión al utilizar imágenes en tiempo real del cerebro del paciente. Esto ayuda en la localización de tumores y áreas críticas del cerebro.
  • Radiocirugía estereotáctica: La radiocirugía estereotáctica, como el Gamma Knife y la radiocirugía con aceleradores lineales, ha continuado siendo una técnica importante para tratar tumores cerebrales y trastornos funcionales en España. Estos sistemas ofrecen tratamientos no invasivos y de alta precisión.
  • Implantes neuronales y estimulación cerebral profunda (DBS): Se ha utilizado para tratar trastornos neurológicos como el Parkinson, el trastorno obsesivo-compulsivo y la epilepsia refractaria. Los avances en la tecnología de los electrodos y la programación de la estimulación han mejorado la eficacia de estos tratamientos.
  • Cirugía mínimamente invasiva: La neurocirugía mínimamente invasiva, como la endoscopia y la cirugía asistida por robots, ha ganado importancia en España. Estos enfoques permiten procedimientos menos invasivos, lo que puede resultar en una recuperación más rápida y menos complicaciones.
  • Terapia génica y terapia celular: Se están investigando en España terapias genéticas y celulares para tratar enfermedades neurológicas hereditarias y adquiridas, como la enfermedad de Huntington y la esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
  • Neuroestimulación para el dolor crónico: La neuroestimulación espinal y otras terapias de estimulación se utilizan para tratar el dolor crónico neuropático, y se han desarrollado dispositivos más avanzados y personalizables.
  • Investigación en inteligencia artificial y aprendizaje automático: Se están aplicando técnicas de inteligencia artificial y aprendizaje automático en la interpretación de imágenes médicas, como resonancias magnéticas, para ayudar en el diagnóstico y la planificación de tratamientos.