
El rol de la Medicina Física y Rehabilitación en el tratamiento de la artritis
La artritis es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por la inflamación de las articulaciones, provocando en muchas ocasiones dolor, rigidez y limitación de la movilidad. Aunque no existe una cura definitiva para la artritis, los avances en el campo de la Medicina Física y Rehabilitación han proporcionado opciones efectivas para el tratamiento y la gestión de esta afección, mejorando la calidad de vida de los pacientes.
Según la Sociedad Española de Reumatología (SER), en España hay en torno a 300.000 personas con artritis reumatoide y cada año se diagnostican unos 20.000 casos nuevos. El proceso comienza con una evaluación exhaustiva del paciente por parte del especialista, quien realiza un historial médico completo con base en un examen físico detallado para determinar la extensión y la gravedad de la artritis. Las pruebas de diagnóstico por imágenes, como radiografías o resonancias magnéticas, pueden ser necesarias para obtener una imagen más clara de las articulaciones afectadas.
Desarrollo de un plan de tratamiento individualizado
Una vez que se haya realizado la evaluación inicial, el especialista trabaja en estrecha colaboración con el paciente para desarrollar un plan de tratamiento individualizado. Un plan que tendrá en cuenta la edad, la gravedad de la artritis, las metas del paciente y cualquier otra afección médica que pueda estar presente.
Los fisiatras pueden recetar medicamentos para ayudar a controlar el dolor y la inflamación en las articulaciones. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINEs) son comunes para reducir la inflamación; además de que pueden recetar analgésicos para aliviar el dolor.
No obstante, los fisiatras se esfuerzan por minimizar el uso de medicamentos a largo plazo y buscar enfoques no farmacológicos cuando sea posible para evitar efectos secundarios no deseados. Existen diferentes vías para tratar la artritis, como:
- Terapia Física: Desempeña un papel crucial en el tratamiento de la artritis. Los fisioterapeutas son expertos en el movimiento del cuerpo y pueden diseñar programas de ejercicios específicos para mejorar la fuerza, la flexibilidad y la función de las articulaciones afectadas. Estos ejercicios pueden ayudar a mantener la movilidad y reducir el dolor. Además, los fisioterapeutas pueden utilizar técnicas como la terapia manual y la electroestimulación para aliviar el dolor y mejorar la función articular.
- Terapia Ocupacional: Se enfoca en ayudar a los pacientes a realizar las actividades diarias de manera más efectiva y cómoda. Los terapeutas ocupacionales trabajan con los pacientes para desarrollar estrategias y adaptaciones que faciliten la realización de tareas como vestirse, cocinar y trabajar, a pesar de la artritis. También pueden recomendar dispositivos de asistencia, como férulas o aparatos ortopédicos, para mejorar la función de las manos y las articulaciones.
- Inyecciones Intraarticulares: En algunos casos, los fisiatras pueden administrar inyecciones intraarticulares de corticosteroides o ácido hialurónico para aliviar el dolor y la inflamación directamente en la articulación afectada. Estas inyecciones pueden proporcionar un alivio temporal pero significativo de los síntomas y permitir que los pacientes participen en la terapia física y ocupacional de manera más efectiva.
- Educación y apoyo al paciente: La educación es una parte fundamental del tratamiento de la artritis. Los fisiatras trabajan con los pacientes para que comprendan su afección y cómo manejarla en su vida diaria. Proporcionan consejos sobre la dieta, el ejercicio y las técnicas de autocuidado que pueden ayudar a controlar los síntomas y prevenir la progresión de la enfermedad. Además, ofrecen apoyo emocional y psicológico, ya que vivir con una enfermedad crónica puede ser emocionalmente desafiante.
- Cirugía: En casos graves de artritis en los que otras opciones de tratamiento no han tenido éxito, los fisiatras pueden colaborar con cirujanos ortopédicos para considerar la posibilidad de una cirugía articular. Esto puede incluir la reparación o la sustitución de la articulación afectada. Sin embargo, la cirugía se considera generalmente como una última opción después de agotar otras alternativas menos invasivas.
El tratamiento de la artritis es a menudo un proceso a largo plazo que requiere un enfoque multidisciplinario. Los médicos de medicina física y rehabilitación desempeñan un papel fundamental en este proceso al coordinar y proporcionar una variedad de terapias y tratamientos para mejorar la calidad de vida de los pacientes con artritis. Su enfoque en el tratamiento integral, la rehabilitación y la mejora de la funcionalidad es esencial para ayudar a los pacientes a vivir de manera más activa y cómoda a pesar de su enfermedad.