images

El trastorno por atracón, también conocido como trastorno de la alimentación compulsiva, es un problema que, aunque se manifiesta de forma física, se trata de una condición de salud mental que afecta a muchas personas en todo el mundo.

Mientras que, por ejemplo, en la bulimia se observan conductas compensatorias, el trastorno por atracón se caracteriza por la ausencia de estas prácticas. En España, según por el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge, aproximadamente 400.000 individuos padecen de algún trastorno de la conducta alimentaria (TCA).

¿A quién afecta este trastorno?

El trastorno por atracón no discrimina y puede afectar a personas de todas las edades, géneros y antecedentes. Sin embargo, algunos grupos pueden estar más en riesgo que otros:

  • Mujeres: Las mujeres son más propensas a desarrollar el trastorno por atracón que los hombres. Esto puede deberse en parte a la presión social relacionada con la imagen corporal y los estándares de belleza.
  • Jóvenes: El trastorno por atracón a menudo comienza en la adolescencia o en la adultez temprana, aunque puede afectar a personas de cualquier edad.
  • Personas con antecedentes de trastornos alimentarios: Aquellos que han tenido experiencias previas con dietas restrictivas o trastornos alimentarios, como la anorexia nerviosa o la bulimia, pueden ser más susceptibles al trastorno por atracón.
  • Personas con estrés o trastornos emocionales: El trastorno por atracón a veces se utiliza como una forma de hacer frente al estrés, la ansiedad, la depresión u otros trastornos emocionales.
  • Factores genéticos y familiares: Existe evidencia de que la predisposición genética y la influencia familiar pueden jugar un papel en el desarrollo del trastorno por atracón.
Y, ¿tiene cura?

Es la gran pregunta. El trastorno por atracón es una enfermedad compleja y crónica que puede ser difícil de tratar, pero se pueden lograr mejoras significativas con el enfoque adecuado. Algunos aspectos clave a considerar sobre su cura son:

  • Tratamiento profesional: La atención médica y terapéutica es fundamental. La terapia cognitivo-conductual (TCC) y la terapia interpersonal han demostrado ser efectivas en el tratamiento del trastorno por atracón.
  • Medicamentos: En algunos casos, los medicamentos, como los antidepresivos, pueden ser útiles para reducir los episodios de atracón y abordar los problemas emocionales subyacentes.
  • Apoyo social: La familia y el apoyo de amigos son fundamentales en el proceso de recuperación. Compartir las experiencias y recibir apoyo emocional puede ayudar a las personas a enfrentar el trastorno por atracón.
  • Educación y conciencia: La educación sobre la enfermedad y la conciencia de los desencadenantes personales pueden ser útiles para controlar los episodios de atracón.
  • Cambios en el estilo de vida: Establecer hábitos alimentarios regulares y saludables, así como practicar la gestión del estrés, el ejercicio y la autoaceptación, son importantes para la recuperación a largo plazo.
  • Seguimiento: El trastorno por atracón puede tener recaídas, por lo que es esencial un seguimiento a largo plazo con un profesional de la salud mental.

Es importante destacar que la cura completa puede variar de una persona a otra. Algunas pueden recuperarse completamente, mientras que otras pueden aprender a manejar y controlar los síntomas a lo largo del tiempo. La clave está en buscar ayuda profesional temprana y comprometerse firmemente con el proceso de tratamiento.

El trastorno por atracón es una afección seria que puede tener graves implicaciones para la salud física y emocional. Lo importante es que si tanto a nivel como personal, como alguien de nuestro entorno, está luchando contra este trastorno, es fundamental buscar ayuda de profesionales de la salud mental, ya que con el apoyo y el tratamiento adecuados es posible llevar una vida más saludable y plena.